EL PSICOANÁLISIS
En la Obra de
Sigmund Freud
UNA PRODUCCIÓN TEÓRICA, QUE MODIFICA EL MUNDO: EL ARTE, LA EDUCACIÓN, EL AMOR, ETC.
SIGMUND FREUD HACE UN DESCUBRIMIENTO QUE MODIFICA LAS ANTERIORES CONCEPCIONES SOBRE LA VIDA DEL SER HUMANO:
el amor, la sexualidad, las relaciones…
Fundamental en la formación
filosófica, científica y artística.
Imprescindible para muchas de las profesiones
que hoy nos transitan: Publicidad. Medios de Comunicación. Política. Sociales, etc. (Médicos, psicólogos, policías, abogados, jueces, jefes, Educadores...)
La psicología no es, ni con mucho, una ciencia nueva. Ha
habido muchos psicólogos que han alcanzado ya en este sector rendimientos de gran importancia..
La Psicología no ha podido desarrollarse porque se lo ha impedido un error fundamental. ¿Qué comprende hoy, tal y como es su enseñanza?. Aparte de los valiosos
conocimientos, pertenecientes a la fisiología de los sentidos, una cierta cantidad de divisiones y definiciones de nuestros procesos anímicos, que los usos del lenguaje han convertido en
propiedad común a todos los hombres cultos. Y esto no basta, desde luego, para la concepción de nuestra vida psíquica. ¿No ha observado usted que cada filósofo, cada poeta, cada historiador y
cada biógrafo crean para su uso particular una teoría psicológica y forjan hipótesis personales, más o menos atractivas, pero siempre inconsistentes sobre la cohesión y los fines de los actos
psíquicos?. Falta a todo ello un fundamento común - : - Todo el mundo se considera con derecho a opinar. Si plantea usted una cuestión de Física o de Química, callarán todos los no especializados
en tales materias. En cambio, si arriesgamos una afirmación psicológica, podemos estar seguros de que nadie dejará de emitir su juicio, favorable o adverso. Por lo visto, no existen en este
sector «conocimientos especiales». Todo el mundo tiene su vida anímica y se cree, por ello, psicólogo, recordándonos la respuesta de aquella mujer, que fue a ofrecerse como aya, y al ser
preguntada si tenía nociones de cómo se debía tratar a los niños pequeños, exclamó un tanto extrañada: «¡Naturalmente! También yo he sido niña alguna vez.»